¿MALAS MUCHACHAS O TELEVISIÓN BASURA?
Viendo el nuevo programa de C5N, “Malas Muchachas”, conducido –si a eso se le puede llamar conducción-, por Any Ventura, que en todo momento parecía estar bajo los efectos de alguna sustancia extraña, sin control de su cuerpo -y, evidentemente, de su mente tampoco por las estupideces que preguntaba y las palabras que manejaba demostrando su incapacidad y su poco tacto- me di cuenta hasta qué punto se puede llegar al más bajo nivel, usando un léxico que hasta a mí, que soy hombre, me dio vergüenza ajena.
Por Ricardo Fort en exclusiva para revista El Sensacional
Ventura, una mujer que la va de cool y fina, en este programa muestra una vulgaridad barata que no se la he escuchado ni a una prostituta de la calle en la peor zona de Madrid. A sus 68 años -sí... ¡68 años!- debería cuidarse un poquito más, por respeto al público al menos. Los temas tocados y propuestos por ella dieron vergüenza.
ORDINARIAS COMO INODORO DE PORTLAND
Con un vocabulario paupérrimo, ordinario, desagradable, muy acotado y una actitud que en todo momento te hacía dudar de que lo que tenía en la copa era solamente agua, demostró qué vergonzoso es ver a una señora mayor en ese estado y hablando de esa manera. Pero lo más desagradable fue ver a cinco mujeres hablando de los temas propuestos por la bizarra conductora.
Primer tema: los orgasmos fingidos.
Un tópico que se podría tocar con altura y hasta en un nivel profesional, con un especialista, fue transformado en una conversación barata que un conjunto de putas podría tener después de atender a un cliente.
Segundo tema, y acá, ¡agarrate Catalina! Esta mujer que se cree de la “high-class” dice al aire: “Hablemos de los pedos...tema interesante”. ¿A quién no le gusta ver a 5 mujeres hablar de sus flatos olorosos…No?” Una maravilla.
Los televidentes como Doña Rosa y los hombres que enaltecen a la figura de la mujer no terminaban de sacudirse las cabezas en sus casas por el tema propuesto que, de inmediato, y endulzándonos los oídos, Sofia Gala contó una riquísima anécdota que serviría tranquilamente como texto de literatura femenina. El hobbie de su marido es, lisa y llanamente, “cagarse encima”. La hija de Moria contó que “no hay nada que le guste más a mi marido que cagarse encima, le encanta ponerse la mano en el culo y tirarse un pedo para después olerlo”. Pero lo más increíble de este relato no fue el relato en sí. Lo más bizarro fue la acotación de la señora Any, que dijo “¡Genioooo!”.
MUCHACHOTAS
El tercer tema fue el pene, y ya la cosa se estaba poniendo más que caliente y vergonzosamente triste. Pero, por supuesto, no se dirigieron al miembro masculino con su nombre, pene no es una palabra suficientemente fuerte. Por eso, usaron el término liso y llano “poronga”.
A la pregunta de la conductora sobre si los hombres que estuvieron con las panelistas la tenían linda o fea, cada cual fue contando cuál es su gusto sobre “la poronga”.
Las preguntas de Any Ventura seguían: “¿Una poronga negra te gusta más?” “No, a mí me gusta rosada”, contestaba la Milone en una demostración de elegancia y buen gusto. “¿Muerta te gusta más? ¿Sos una buena obrera? ¿Sos trabajadora si está muerta?”, seguía preguntando Ventura, que, por momentos, se paraba y las tocaba a todas. Aunque más que tocarlas, las manoseaba, al tiempo que les rogaba que dibujaran una “linda poronga”. Eso, hasta me hizo dudar de los deseos sexuales de esta mujer, por la forma en que sus manos jugaban sobre los cuerpos de las participantes.
A la que se la veía incomoda ante ciertas preguntas era Carmen Barbieri, que creo nunca se imaginó que terminaría en un programa de esas características, hablando de esas cosas con tan poco nivel.
Moria es Moria y la amamos. Estamos acostumbrados a verla conversar sobre ciertas cosas que otros no hablarían, pero no creo que a alguien le haya gustado verla utilizando ese léxico, vulgar y bizarro.
ORDINARIAS COMO DIENTE DE MADERA
Saber que Any Ventura se masturba o que a Carmen Barbieri no le gusta el sexo oral y no se lo practicaba a Santiago Bal no es una información que los televidentes estemos realmente agradecidos de tener. Pero es un hecho que la mujer tiende al humor guarro cuando ya no tiene ganas de seducir.
Tenemos el caso, por ejemplo, de la primera actriz Norma Pons, que tiró a las dos de la tarde en un programa que a ella le encanta cuando los machos le dejan el regalo en el pecho. ¿Qué es esto? ¿Qué nos esta pasando? ¿Qué les esta pasando a ellas? ¿Serán todas frígidas y hablan de esto porque “dime de lo que te jactas y te dire de lo que careces”? Frase muy real que podría aplicarse en este caso. ¿Es esta la televisión que queremos ver?
Los hombres de C5N, cuando hablan de mujeres y de sexo en el programa “Buenos Muchachos”, al menos, son un poquito más sutiles. Hay más picardía, no guarangada indiscriminada.
Es inexplicable cómo un canal permite tener un programa con este lenguaje que sería más acorde al Playboy TV o Venus. La responsabilidad de lo que miramos también corresponde a las emisoras, que deberían tener sentido común a la hora de armar la grilla. Y esto no es cuestión moralidad y de hacerme el pacato. Es, simplemente, cuestión de buen gusto.
Lo que más me apena es que quiero a Moria y a Carmen y me parecen dos divas que no necesitan que las expongan a esta vulgaridad. Pero le doy la derecha a mi amigo Eduardo Feinmann, cuando afirmó que Any Ventura no puede conducir un programa.
PORNO PAMI
Una mujer que a los casi 70 años las únicas preguntas que se le ocurren son cómo les gustan las porongas, si les gustan negras, blancas o rosadas, si se masturban o gritan cuando llegan al orgasmo, sería perfecta para conducir un programa de sexo para gente de la tercera edad en Venus. Ahí te la compro, y hasta seria graciosa por lo bizarra que quedaría. Pero en el contexto, en un canal de noticias, da vergüenza ajena.
Lamentablemente, esta es la televisión que tenemos, y después me criticaban a mí con mi programa “Fort Night Show”, donde un grupo enorme de productores trabajaba toda la semana para tener 4 horas de programa con músicos en vivo, producciones musicales de Broadway y viajes por el interior mostrando los diferentes lugares del país.
Esta mujer defenestró a este programa ¿y ahora muestra esto? Para criticar hay que hacer...Y hacer algo mejor. Cada día se ve la poca creatividad que tienen los productores, la falta de experiencia que tienen los pseudo conductores que ponen y la falta de respeto que tienen por el público.
Por ahora seguiremos teniendo este tipo de programas hasta que a alguien se le ocurra volver a hacer buena televisión. Lo que vimos el domingo no es ni más ni menos que televisión basura.
Por Ricardo Fort en exclusiva para revista El Sensacional
Ventura, una mujer que la va de cool y fina, en este programa muestra una vulgaridad barata que no se la he escuchado ni a una prostituta de la calle en la peor zona de Madrid. A sus 68 años -sí... ¡68 años!- debería cuidarse un poquito más, por respeto al público al menos. Los temas tocados y propuestos por ella dieron vergüenza.
ORDINARIAS COMO INODORO DE PORTLAND
Con un vocabulario paupérrimo, ordinario, desagradable, muy acotado y una actitud que en todo momento te hacía dudar de que lo que tenía en la copa era solamente agua, demostró qué vergonzoso es ver a una señora mayor en ese estado y hablando de esa manera. Pero lo más desagradable fue ver a cinco mujeres hablando de los temas propuestos por la bizarra conductora.
Primer tema: los orgasmos fingidos.
Un tópico que se podría tocar con altura y hasta en un nivel profesional, con un especialista, fue transformado en una conversación barata que un conjunto de putas podría tener después de atender a un cliente.
Segundo tema, y acá, ¡agarrate Catalina! Esta mujer que se cree de la “high-class” dice al aire: “Hablemos de los pedos...tema interesante”. ¿A quién no le gusta ver a 5 mujeres hablar de sus flatos olorosos…No?” Una maravilla.
Los televidentes como Doña Rosa y los hombres que enaltecen a la figura de la mujer no terminaban de sacudirse las cabezas en sus casas por el tema propuesto que, de inmediato, y endulzándonos los oídos, Sofia Gala contó una riquísima anécdota que serviría tranquilamente como texto de literatura femenina. El hobbie de su marido es, lisa y llanamente, “cagarse encima”. La hija de Moria contó que “no hay nada que le guste más a mi marido que cagarse encima, le encanta ponerse la mano en el culo y tirarse un pedo para después olerlo”. Pero lo más increíble de este relato no fue el relato en sí. Lo más bizarro fue la acotación de la señora Any, que dijo “¡Genioooo!”.
MUCHACHOTAS
El tercer tema fue el pene, y ya la cosa se estaba poniendo más que caliente y vergonzosamente triste. Pero, por supuesto, no se dirigieron al miembro masculino con su nombre, pene no es una palabra suficientemente fuerte. Por eso, usaron el término liso y llano “poronga”.
A la pregunta de la conductora sobre si los hombres que estuvieron con las panelistas la tenían linda o fea, cada cual fue contando cuál es su gusto sobre “la poronga”.
Las preguntas de Any Ventura seguían: “¿Una poronga negra te gusta más?” “No, a mí me gusta rosada”, contestaba la Milone en una demostración de elegancia y buen gusto. “¿Muerta te gusta más? ¿Sos una buena obrera? ¿Sos trabajadora si está muerta?”, seguía preguntando Ventura, que, por momentos, se paraba y las tocaba a todas. Aunque más que tocarlas, las manoseaba, al tiempo que les rogaba que dibujaran una “linda poronga”. Eso, hasta me hizo dudar de los deseos sexuales de esta mujer, por la forma en que sus manos jugaban sobre los cuerpos de las participantes.
A la que se la veía incomoda ante ciertas preguntas era Carmen Barbieri, que creo nunca se imaginó que terminaría en un programa de esas características, hablando de esas cosas con tan poco nivel.
Moria es Moria y la amamos. Estamos acostumbrados a verla conversar sobre ciertas cosas que otros no hablarían, pero no creo que a alguien le haya gustado verla utilizando ese léxico, vulgar y bizarro.
ORDINARIAS COMO DIENTE DE MADERA
Saber que Any Ventura se masturba o que a Carmen Barbieri no le gusta el sexo oral y no se lo practicaba a Santiago Bal no es una información que los televidentes estemos realmente agradecidos de tener. Pero es un hecho que la mujer tiende al humor guarro cuando ya no tiene ganas de seducir.
Tenemos el caso, por ejemplo, de la primera actriz Norma Pons, que tiró a las dos de la tarde en un programa que a ella le encanta cuando los machos le dejan el regalo en el pecho. ¿Qué es esto? ¿Qué nos esta pasando? ¿Qué les esta pasando a ellas? ¿Serán todas frígidas y hablan de esto porque “dime de lo que te jactas y te dire de lo que careces”? Frase muy real que podría aplicarse en este caso. ¿Es esta la televisión que queremos ver?
Los hombres de C5N, cuando hablan de mujeres y de sexo en el programa “Buenos Muchachos”, al menos, son un poquito más sutiles. Hay más picardía, no guarangada indiscriminada.
Es inexplicable cómo un canal permite tener un programa con este lenguaje que sería más acorde al Playboy TV o Venus. La responsabilidad de lo que miramos también corresponde a las emisoras, que deberían tener sentido común a la hora de armar la grilla. Y esto no es cuestión moralidad y de hacerme el pacato. Es, simplemente, cuestión de buen gusto.
Lo que más me apena es que quiero a Moria y a Carmen y me parecen dos divas que no necesitan que las expongan a esta vulgaridad. Pero le doy la derecha a mi amigo Eduardo Feinmann, cuando afirmó que Any Ventura no puede conducir un programa.
PORNO PAMI
Una mujer que a los casi 70 años las únicas preguntas que se le ocurren son cómo les gustan las porongas, si les gustan negras, blancas o rosadas, si se masturban o gritan cuando llegan al orgasmo, sería perfecta para conducir un programa de sexo para gente de la tercera edad en Venus. Ahí te la compro, y hasta seria graciosa por lo bizarra que quedaría. Pero en el contexto, en un canal de noticias, da vergüenza ajena.
Lamentablemente, esta es la televisión que tenemos, y después me criticaban a mí con mi programa “Fort Night Show”, donde un grupo enorme de productores trabajaba toda la semana para tener 4 horas de programa con músicos en vivo, producciones musicales de Broadway y viajes por el interior mostrando los diferentes lugares del país.
Esta mujer defenestró a este programa ¿y ahora muestra esto? Para criticar hay que hacer...Y hacer algo mejor. Cada día se ve la poca creatividad que tienen los productores, la falta de experiencia que tienen los pseudo conductores que ponen y la falta de respeto que tienen por el público.
Por ahora seguiremos teniendo este tipo de programas hasta que a alguien se le ocurra volver a hacer buena televisión. Lo que vimos el domingo no es ni más ni menos que televisión basura.