Ricardo Fort: "Nunca quise ser mediático, sí artista"
El heredero del imperio Felfort acusó que los medios sólo lo critican. “Este país no perdona a quienes tenemos éxito”, exclamó. Y agregó que no soporta a la gente deshonesta.
Cuando abre la boca dice lo que “se le canta” porque no depende de nadie. Lo que más le molesta es la falsedad. Dice ser “independiente, generoso y sincero”, aunque protesta porque la gente cree que él puede “salvar al mundo”: “No soy Dios”, dice tras señalar que muchas de sus obras benéficas no son de conocimiento público porque “los medios no hablan de eso”, sino que sólo lo “critican”.
Así se definió Ricardo Fort en sólo unos minutos de la entrevista que tuvo con Clarín.com el domingo pasado en el impecable interior de su lujoso Rolls Royce, mientras manejaba hasta el colegio en el que le tocó votar, en el barrio de Belgrano, y donde fue sorprendido por muchas personas que lo vieron llegar: “Grande Ricky”, “Ricky, por favor una foto”, “Ricky te felicito”, fueron algunas de las frases de elogio.
Este hombre, el rebelde heredero del imperio Felfort, parece ser de pocas palabras, pero de las precisas, contundentes y tan inamovibles que hasta pueden sonar autoritarias: sin que de su boca salga un insulto, expresa con convicción lo que siente, sea para alagar o destruir a alguien. Este empresario y artista es excéntrico, poderoso y detallista, pero sobre todo observador. Manifiesta andar por la vida “sin rodeos” y se nota.
“Tengo una honestidad bastante grande. Cuando abro la boca digo lo que siento y lo que pienso porque no trabajo para nadie ni dependo de nadie. Por eso la gente me sigue, porque puedo decir lo que se me canta”, dijo entre trago y trago de una gaseosa y tras reafirmar su relación amorosa con Claudia Ciardone, la protagonista de "Fortuna", la obra que el millonario estrenó el 9 de junio en el Teatro Premier de Corrientes”. “Con Claudia estamos muy bien”, reiteró pese a los rumores sobre su homosexualidad y sus recientes declaraciones en las que reconoció haber tenidos relaciones sexuales con hombres.
Respecto a su obra teatral, una revista musical cuyo trono también fue ocupado por sus ex parejas Virginia Gallardo –actual panelista de” Animales Sueltos”, el programa que conduce Alejandro Fantino- y Silvina Escudero, es para Fort “digna de Broadway”. “Cuenta con varios cuadros nuevos, los mejores bailarines del país, cambios de escenografía y un vestuario realmente increíble”, detalló. Y adelantó que tiene proyectos diferentes para este verano en Carlos Paz y Mar del Plata.
No obstante, contó que la gente que la va a ver “lamentablemente no le da mucha prensa”. Y acusó: “Tengo una prensa en contra y no sé por qué. Creo que la gente no perdona que alguien en dos años haya llegado tan lejos y tan rápido como lo hice yo. Hay artistas que están toda su vida tratando de alcanzarme y no lo logran. Este país no perdona a quienes tenemos éxito y hacemos las cosas bien”, explicó.
Enojado con su madre, Marta Fort, porque se candidateó como diputada nacional por el Compromiso Federal, dice que ni se le pasa por la cabeza ocupar a futuro un cargo político porque para eso “hay que estudiar y saber”. “Los famosos que se postulan no tienen nada que hacer. No les quedan más obras de teatro para inventar y por eso quieren meterse en política. No sé, me parece mal”, disparó, aunque no quiso quedar mal con la diva de las vedettes Moria Casán, quien fue candidata a diputada en el 2005. “Creo que Moria lo intentó porque pensaba que la gente la seguía y eso iba a hacer que la voten, pero una cosa es manejar un teatro y otra contribuir a conducir un país. Eso las tablas no te lo enseñan”, afirmó.
En cuanto a la pelea que protagonizó con Flavio Mendoza en Showmatch y por el cuál le prohibieron la entrada a Canal 13, Fort argumentó: “Me hicieron una cama. Creo que Flavio estaba pintado en el jurado y aprovechó la oportunidad de que yo estaba ahí para hacer el quilombo que hizo. Quiso llamar la atención, me provocó y yo reaccioné. Mi comportamiento fue lógico de cualquier persona a la que insultan y escupen en la cara. Sólo lo empujé”.
Es famoso. Desde que apareció en televisión todos hablan de él. Tiene dos hijos y un régimen de guardaespaldas que lo sigue a todos lados. Alrededor de 27 cirugías, las mejores motos y autos, un avión personal, cientos de pares de botas y zapatos y millones de dólares en su haber. Sin embargo, lo que más anhela aún no lo pudo alcanzar en su totalidad: el reconocimiento artístico. “Jamás quise ser mediático. Siempre quise ser artista”, le confesó a Clarín.com.