La dura confesión de Beatriz
"Mamá murió porque no pudo soportar la agonía de mi hermana que vive conectada a un respirador", confesó Beatriz Salomón. La veterana vedette no atraviesa un buen momento: desde el 2004, cuando su ex marido apareció en una cámara oculta, la vida no dejó de darle golpes. Luego del divorcio la actriz quedó en bancarrota, a su hermana le diagnosticaron una enfermedad terminal y ahora perdió a su madre.
"No pudo soportar lo de mi hermana, si bien estaba enferma, le dieron tres infartos seguidos y no los pudo resistir", agregó Salomón. Pese a los palos de la vida la actriz, que actuará junto a Ricardo Fort en Villa Carlos Paz, se refugia en sus dos hijas: "Hay que tener una fuerza importante para seguir y mi motor son mis hijas, que son mi futuro", explicó Beatriz en una nota con la revista Pronto.
Con respecto a los responsables de la cámara oculta que le cambió la vida prefiere mantener la calma y no hablar: "Si me pusiera a hablar de todo lo que sé de Mario Pergolini, Diego Guebel y quienes me hicieron la cama tengo 700 páginas de un libro, pero estoy tratando de no pagar con la misma moneda y que la vida y la Justicia se encarguen de arreglar todo".
"A Pergolini lo fui a buscar a la radio, se lavó las manos y se hizo el canchero. Ya Dios le va a pasar factura, todo llega en la vida", concluyó Salomón, que de a poco intenta encaminar su vida frente a las adversidades.
"No pudo soportar lo de mi hermana, si bien estaba enferma, le dieron tres infartos seguidos y no los pudo resistir", agregó Salomón. Pese a los palos de la vida la actriz, que actuará junto a Ricardo Fort en Villa Carlos Paz, se refugia en sus dos hijas: "Hay que tener una fuerza importante para seguir y mi motor son mis hijas, que son mi futuro", explicó Beatriz en una nota con la revista Pronto.
Con respecto a los responsables de la cámara oculta que le cambió la vida prefiere mantener la calma y no hablar: "Si me pusiera a hablar de todo lo que sé de Mario Pergolini, Diego Guebel y quienes me hicieron la cama tengo 700 páginas de un libro, pero estoy tratando de no pagar con la misma moneda y que la vida y la Justicia se encarguen de arreglar todo".
"A Pergolini lo fui a buscar a la radio, se lavó las manos y se hizo el canchero. Ya Dios le va a pasar factura, todo llega en la vida", concluyó Salomón, que de a poco intenta encaminar su vida frente a las adversidades.