Beatriz Salomon: "Renací gracias a Fort"
Luego de una larga ausencia en las tablas y graves problemas personales, la morocha sanjuanina goza de un nuevo éxito teatral en Carlos Paz.
Como en la leyenda del Ave Fénix, que consumida por el fuego, renace de sus cenizas, Beatriz Salomón regresó a la primera plana del espectáculo de la mano de Ricardo Fort. La actriz vivió un infierno cuando su vida matrimonial quedó destrozada ante el escandaloso caso de su ex esposo, el cirujano plástico Alberto Ferriols, que cobraba favores sexuales en sus consultas a un travesti. Depresión, problemas económicos y de salud, la colocaron en una situación límite difícil de escapar. Pero hoy, el destino le ha devuelto la sonrisa en su rostro. Porque está de nuevo en el circuito del entretenimiento con la exitosa obra que produce el chocolatero, "Mi novia, mi novio y yo", todo un suceso en Carlos Paz. No sólo en el teatro, también en la música, en diciembre del año pasado, Salomón se reencontró con amigos y familiares en San Juan. Para esa oportunidad, presentó su disco con un show musical, la "turca" estuvo espléndida en tierra natal. Se ve que la vida da revancha y DIARIO DE CUYO aprovechó para charlar con la protagonista.
-¿Qué química hay con Ricardo Fort?
-Es muy respetuoso conmigo, es un hombre que muestra en el escenario toda su personalidad y su forma de ser. La convivencia es fabulosa. La gente se divierte mucho con lo que hace, tiene talento y es un excelente comediante. Además, demuestra que es un productor en serio porque le da trabajo a mucha gente cosa que no todos hacen y viven criticando. Nunca pensé que se me diera esta oportunidad, porque renací gracias a Fort.
-¿Cuál es tu papel en la obra?
-Mi personaje es una mamá millonaria que se reencuentra con su hijo que está por casarse, interpretado por Ricardo. Pero él está enamorado de un hombre. Realmente es una comedia fina con mucho humor, llena de enredos pero con un final feliz. En el fondo hay un mensaje para que los jóvenes reflexionen.
-¿Qué impacto tuvo Fort en Carlos Paz?
-La gente está como loca en la puerta de su casa y en la salida al teatro, su presencia causó todo una revolución. Yo no sé cuántos guardaespaldas pone para contener que nadie se meta. Pero es increíble la cantidad de gente que se amontona para pedirle autógrafos y se saquen fotos con él.
-¿Cómo te afecta las situaciones polémicas que genera a diario?
-Hay gente que lo critica y lo cuestiona todo el tiempo, pero a mí me gusta lo que hace. Aparte, es muy inteligente porque ha elegido a gente con experiencia en el escenario. Con él estoy cerrando una etapa de malarias en mi vida. Lo que se diga de él, no me interesa, al menos donde estoy. Aparte la gente no se escandaliza cuando lo ven besarse con otro hombre en el escenario. Es sólo actuación. Al contrario, me emociona porque el público se ríe y divierte con un tema que para la sociedad es difícil de tratar como es la homosexualidad.
-¿Cómo ves las peleas de farándula en este tiempo?
-Las peleas y los p...rios entre las vedettes me dan vergüenza. En otros tiempos no era así, nadie vivía de las peleas y los chusmeríos. Hoy en cualquier momento falta que alguien se reviente a cuchillazos con otra en cámara. Está todo permitido: se insultan, se escupen y van a las trompadas. Creo que el espectáculo argentino perdió su glamour respecto aquellos años dorados con Nélida Lovato, Nélida Roca, Zulma Fayat. Ni hablar de Olmedo y Porcel, que fueron dos maestros para mí, humildes y anticonventilleros. Hoy el escándalo en tele reditúa mucho, por así decirlo. Porque hay gente que lo consume.
-¿Cómo está tu ánimo en lo personal?
-Me siento más tranquila y más seria, pero no pierdo la simpatía. Estoy muy bien acompañada de mis hijas, Noelia y Betina, mi papá y mis hermanos. Aunque mi hermana sigue estable con pulmotor y traqueotomía, sólo Dios sabe qué puede pasar. Pero estoy de pie firme, gracias a que tengo mis hijas, ellas son el alma y mi corazón, me motivan a seguir y sin su compañía, ya habría bajado los brazos.
-¿Qué química hay con Ricardo Fort?
-Es muy respetuoso conmigo, es un hombre que muestra en el escenario toda su personalidad y su forma de ser. La convivencia es fabulosa. La gente se divierte mucho con lo que hace, tiene talento y es un excelente comediante. Además, demuestra que es un productor en serio porque le da trabajo a mucha gente cosa que no todos hacen y viven criticando. Nunca pensé que se me diera esta oportunidad, porque renací gracias a Fort.
-¿Cuál es tu papel en la obra?
-Mi personaje es una mamá millonaria que se reencuentra con su hijo que está por casarse, interpretado por Ricardo. Pero él está enamorado de un hombre. Realmente es una comedia fina con mucho humor, llena de enredos pero con un final feliz. En el fondo hay un mensaje para que los jóvenes reflexionen.
-¿Qué impacto tuvo Fort en Carlos Paz?
-La gente está como loca en la puerta de su casa y en la salida al teatro, su presencia causó todo una revolución. Yo no sé cuántos guardaespaldas pone para contener que nadie se meta. Pero es increíble la cantidad de gente que se amontona para pedirle autógrafos y se saquen fotos con él.
-¿Cómo te afecta las situaciones polémicas que genera a diario?
-Hay gente que lo critica y lo cuestiona todo el tiempo, pero a mí me gusta lo que hace. Aparte, es muy inteligente porque ha elegido a gente con experiencia en el escenario. Con él estoy cerrando una etapa de malarias en mi vida. Lo que se diga de él, no me interesa, al menos donde estoy. Aparte la gente no se escandaliza cuando lo ven besarse con otro hombre en el escenario. Es sólo actuación. Al contrario, me emociona porque el público se ríe y divierte con un tema que para la sociedad es difícil de tratar como es la homosexualidad.
-¿Cómo ves las peleas de farándula en este tiempo?
-Las peleas y los p...rios entre las vedettes me dan vergüenza. En otros tiempos no era así, nadie vivía de las peleas y los chusmeríos. Hoy en cualquier momento falta que alguien se reviente a cuchillazos con otra en cámara. Está todo permitido: se insultan, se escupen y van a las trompadas. Creo que el espectáculo argentino perdió su glamour respecto aquellos años dorados con Nélida Lovato, Nélida Roca, Zulma Fayat. Ni hablar de Olmedo y Porcel, que fueron dos maestros para mí, humildes y anticonventilleros. Hoy el escándalo en tele reditúa mucho, por así decirlo. Porque hay gente que lo consume.
-¿Cómo está tu ánimo en lo personal?
-Me siento más tranquila y más seria, pero no pierdo la simpatía. Estoy muy bien acompañada de mis hijas, Noelia y Betina, mi papá y mis hermanos. Aunque mi hermana sigue estable con pulmotor y traqueotomía, sólo Dios sabe qué puede pasar. Pero estoy de pie firme, gracias a que tengo mis hijas, ellas son el alma y mi corazón, me motivan a seguir y sin su compañía, ya habría bajado los brazos.
Fuente: http://www.diariodecuyo.com.ar
