Gustavo, el hombre que más quiere a Fort: “Pensé que se moría”
Gustavo Martínez dio una nota con “Intrusos”, desde la clínica marplatense donde está internado el millonario, con quien tiene una relación de mucho afecto. Lo demostró con sus palabras.
Faltaba que hablara él. Y la producción de Intrusos consiguió la palabra del hombre más buscado del mundo Fort.
Gustavo Martínez, el padrino de las hijas del millonario, dio su palabra sobre la pesadilla que está viviendo su gran amigo. Esto dijo en Intrusos, entre muchas otras cosas.
“Amo a los hijos de Ricardo y no suelo aparecer en los medios. Estoy escuchando muchas mentiras sobre su salud, entonces quiero aclarar algunas cosas”, comenzó.
“Él entró acá con un cuadro de suma gravedad, con un compromiso importante de riesgo de vida. Imaginate cómo estábamos. Los días anteriores tuvo atención médica pero los médicos no veían la magnitud porque él no acusaba tanto dolor”, prosiguió.
Luego, contó cómo empezó todo: “El viernes a la madrugada gritaba de dolor y nos pedía ayuda. La clínica se portó diez puntos con un paciente como Ricardo”.
“Era un dolor que no le molestaba tanto porque lo encubría con la Buscapina. Creímos que era por lo que había comido, algún tipo de malestar. Le hicieron una ecografía que manifestó gases y líquido. Pero no se podía ver bien. Lo llevan a una tomografía computada y el resultado dice que hay una úlcera con sangrado importante. Ahí me dicen que tiene que ser intervenido. No había ningún familiar. Me pidieron que firme un consentimiento porque estaba en las puertas de la cirugía. Llamé a Marta y no me respondió, por eso firmé”, relató, con todos los detalles.
“La cirugía duró casi 4 horas. Te juro que sentí una desesperación que pensé que se moría. Fue la primera vez que sentí algo así. No sabía qué hacer. Casi me muero”, confesó, al borde del llanto.
Otras de sus declaraciones:
“El primer día lo noté frío y blanco y me asustó. Los otros días, le bajaron mucho los glóbulos blancos: tenía 2500 cuando lo normal es 7500. Esto proviene de sus operaciones anteriores”.
“Más allá de sus peleas mediáticas, es un muy buen tipo”.
“Cuando se despierta, me mira y me dice: ‘sacame de acá, sacame de acá’, con cara de enojado. Se quiere sacar las cosas y se quiere ir. Le pidió a su hermano que lo trasladen a otra clínica”.
