EL CULEBRÓN DE DIOS

Hace varias semanas que nos vienen torturando las 24 horas del día en todos los canales y cada programa de televisión con el caso Ángeles, que, por supuesto, es un drama y una aberración para cualquier familia que le toque vivir algo así. Pero no es el único caso. A diario se suceden cientos de hechos como éste o peores que nunca salen a la luz. Por la falta de creatividad de los productores de TV, y al darse cuenta que el caso midió en un programa de noticias, decidieron hacerlo mediático para lograr el rating que necesitan para seguir con sus programas. Así nos explotaron la cabeza hablando del caso Ángeles por todos los programas de chimentos, que se transformaron en congresos para debatir sobre el tema y con panelistas que no podrían debatir sobre sus propias vidas, y aparecieron sentados analizando un homicidio.


Por Ricardo Fort

Al darse cuenta que la historia ya no les medía como antes, comenzaron a crear hipótesis diferentes de quién fue o cómo fue el crimen, como si escribieran un guión de una novela de acuerdo a la respuesta del público. Y ahora, al no tener más ideas que tirar y al ver que ya el rating no acompañaba, le dieron un vuelco al tema y se olvidaron de Ángeles. Hicieron aparecer a él, a Dios, al Diez, y su novela de ex mujeres, hijos y nuevas adquisiciones.
Ya nos venían preparando con el romance de Karina con el Kun donde nos pudrieron el cerebro siguiendo las peripecias de estos dos tortolitos y su romance que era tan interesante como hablar del calentamiento de la Tierra. Y ahora, como nos encanta la mediocridad, nos quieren vender el culebrón de Dios. Vida y obra de un ex genio de la pelota devenido a mediático por obligación de los medios. No se habla en esta novela de su trabajo ni de su desempeño como DT ni de su nueva labor de embajador del futbol. Parece que la prensa piensa que esto no es interesante, pero lo más importante es su vida privada, donde no faltan ingredientes para crear la perfecta novela de la tarde.

Se pueden ver las peripecias de este hombre (Dios), su ex mujer (la madrastra mala de Cenicienta), sus hijas (las hijastaras de Cenicienta), su último amor que fue abandonado por darle un hijo (la dulce Cenicienta), y su nueva novia que viene con la intención de quedárselo todo. Muy complicado, ¿no?  Tenemos a la madrastra que siempre creyó que podía manejar la vida del Diez. Durante 8 años, cuando Dios estuvo con Cenicienta, no podía manejar los intereses del ídolo, ya que Cenicienta los controlaba y eso la volvía loca. Y las hijastras, que no quieren saber nada con compartir la herencia con ningún bebé recién nacido que pueda sacarles algo de lo que ellas creen merecer. Vean cómo es la vida. Una de las hijastras le está reclamando a su ex la cuota alimentaria y manutención por el hijo que tienen, más una fortuna que teóricamente se cree que se merece por haber estado casado con él... lo mismo que su padre le está haciendo y le está negando a su ex por el hijo que acaban de tener. O sea, la hija está sufriendo lo que sufre la mamá del hijo de su padre. Todo vuelve. Parece una historia escrita para una ficción pero es la pura realidad.

Por otro lado, tenemos a Cenicienta, la última mujer del Diez, que estuvo al lado de él en los peores momentos bancándolo siempre y que solo cometió el estúpido error de quedar embarazada. Por esta causa fue abandonada después de 8 años de amor y ahora debe luchar por los derechos del hijo y los suyos.

Y por último tenemos a la mala de la película: la nueva novia, que por supuesto es bancada por la madrastra y las hijastras porque cualquier tontita nueva es mejor que una relación de 8 años con Cenicienta. Pero sólo esperen, porque las mosquitas muertas se despiertan rápido y pasan a ser Cruella De Vil.

Me pregunto: ¿por qué tenemos que aguantar este culebrón en cada canal y en cada programa? ¿Tan poco hay para hablar en los programas de espectáculos? ¿Este es el showbusines que tenemos? ¿No hay artistas en este país? ¿Tan poca creatividad tienen los productores de TV que no se les cae una idea para sus programas?

El público quiere divertirse. Después de un día de laburo la gente quiere prender el televisor y entretenerse. Aunque mal no sea, hasta los mediáticos nos hacían reír con sus  boludeces y me incluyo. Pero vivimos en un momento de la televisión donde lo fácil y el no pensar están de moda. O son programas de archivo donde el único esfuerzo o trabajo es juntar material de la semana y sentar a tres tarados y tres taradas a hablar sobre lo que ven y a criticar. ¡A criticar!

Si se miraran ellos al espejo y analizaran sus vidas les quedaría nada más que llorar, pero estos (panelistas) se creen con el derecho y llevan un modo de vida que los hace pensar que pueden criticar a alguien. A estos los llamo los mediocres resentidos medio pelo. Al menos mis reality eran más divertidos, viajando por el mundo con mis pavadas y excentricidades. 

¡Chiste! pero por lo que se ve esto está lejos de cambiar.

http://elsensacional.infonews.com/nota/15009-la-columna-de-fort-ricky-puso-la-mira-en-la-novela-del-10-y-la-tv-gauchita/

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