Revista "Caras" Miami Noviembre de 2010

‘El amor de la gente me compensa lo que mi padre no me dio’

Ricardo Fort, en Miami, intimo y sensible

Por Carlos Cervetto


Hay expectativas, y no es para menos. Hace diez minutos, Ricardo Fort (41) llamó al celular para avisar que se iba a demorar quince minutos. En la puerta del hotel Hilton Bentley, a metros de la famosísima Nikki Beach, el valet parking ya despejó la calle de autos. Uno de los clientes más poderosos está por llegar, y la adrenalina crece. Cuando los dos imponentes Rolls Royce Phantom cruzan Ocean Drive y asoman sus narices, una virtual azafata nos da la bienvenida al Universo Fort. Autos de lujo, decenas de acompañantes, compras desenfrenadas, el mundo del millonario excéntrico que irrumpió mediáticamente en la vida de los argentinos. Un suceso que movilizó amores y odios, apoyos y rechazos, pero que tiene como protagonista a una persona. Que más allá del reality, tiene su historia por contar.


“Todo empezó el año pasado con el reality que filmo con ‘los gatos’, mis modelos, viajando por el mundo. Comencé a subirlos a You Tube, y tuve una cantidad increíble de views. Hasta que se me presentó la oportunidad de tener veinte minutos en Canal 13, pagos, y la gente se copó. De allí a América, y un día Listorti me pregunta si quiero reemplazar a Cherutti en ‘El musical de tus sueños’. Acepté de caradura, debuté, el rating se fue a las nubes y se desató el boom. Gracias al programa de Tinelli y a Marcelo, pude demostrar mi talento. La cosa se fue agrandando, y la gente pudo enterrarse que no soy sólo un tipo que gasta plata, sino que tengo un costado muy sensible. Surgió lo de la obra teatral ‘Fortuna’, y el éxito se multiplicó. Así surgió esta ‘Fortmanía’ increíble que estoy viviendo”.
—¿Cómo era su vida antes del reality?
—Estaba en transición. Mi padre (Carlos Fort) había muerto hacía dos años y yo, a partir de ese momento, me sentí liberado. Tuve una relación bastante fuerte con él, porque nunca confió en mí. Toda la vida me dijo que no tenía talento, que no servía, que nunca iba a llegar a nada. Heredé parte de su fortuna y me había vuelto a Buenos Aires, después de vivir años en Miami y México. Fue raro, porque yo me decía, “no me voy a poner a cantar ahora, a los 38, 39”. Pero parece que en la vida todo se da en el tiempo justo, y no antes.
—No era el momento, entonces.
—Te enojás con vos mismo y decís “por qué no se me dan las cosas”. Y es simple, porque no se tenían que dar. Se me tenían que dar a los cuarenta, estando más crecido, más maduro, con la cabeza estable para poder afrontar esta fama y todo lo que mi figura genera. Tal vez en ese momento no lo hubiese podido manejar y terminara mal, estrellado. Ahora me siento balanceado de cabeza y espíritu. Me llegó el momento, y agradezco que haya sido ahora, no antes.
—¿Tanto lo condicionó la figura de su padre?
—Sufrí de chico, porque nunca tuve un padre que me quiso. Como empresario era un genio, el mejor, pero me faltó el padre que me amara, me abrazara o me dijera un simple “te quiero”.


Lo único que escuchaba de él era “sos un vago, no servís para nada” Por eso expreso tantas cosas cuando canto, y por eso la gente se emociona tanto al verme Yo soy muy de llorar, y más ahora, que estoy súper sensibilizado (se le entrecortan las palabras) Me emociona ver a la gente que me quiere tocar, que me escribe cartas, que me da a sus bebés para que les de un beso Ese amor es puro, y me compensa el amor que mi padre no me dio
—Sin embargo, le reconoce una exitosa gestión empresarial
—Sí, y por eso toda la plata de la familia está bien ganada, se la hizo trabajando Desde 1912 tenemos una empresa creyendo en el país, invirtiendo aun en los momentos más difíciles Mi padre invertía cuando todos los demás agarraban la plata y se la llevaban al exterior, él seguía comprando maquinaria y renovando la empresa Los Fort no somos políticos corruptos ni hemos robado, pagamos los impuestos La gente sabe esto, y por eso mi forma de vida no provoca resentimientos
—¿Y los enemigos? Digo por las diferentes voces que lo critican con dureza
—Mirá, en este mundo todos estamos para ayudarnos Y los enemigos no aparecen porque sí, uno tiene que aprender a sortearlos Lo complejo es cuando hay dos o tres que hablan mal de vos Pero lo que no saben es que el problema lo tienen ellos, no vos Analizás el pasado de esas personas, y ves que fueron resentidos y envidiosos El problema es de ellos, yo voy a seguir siendo Ricardo Fort Hablen lo que hablen, la gente me va a seguir queriendo, y yo les voy a seguir dando amor


—Volviendo a los momentos ¿Qué se viene ahora en el mundo Fort?
—Primero explotó mi parte mediática, después la artística, y ahora le toca a la solidaria Por un lado tengo pensado sacar mi propio perfume y mi revista, y después de terminar con la obra en Mar del Plata, la retomaremos en la calle Corrientes, en el Premier ¡Vamos a estar en la calle Corrientes, es increíble! Lo solidario será a través de La Fundación Fort, y la idea es hacer un reality Vamos a elegir una entidad, ya sea escuela, hospital u hogar de ancianos, para reconstruirlo Mostraremos las ruinas del primer día, los trabajos y el resultado final La gente nos va a ver pintando y haciendo de todo ¿En qué canal? En el que más me apoye y sepa cuidar la idea


“Mi hijo me rogo que no vuelva al bailando”

Ricardo Fort tras el escandalo con Tinelli

Por Federico Levin



A medida que corrían los minutos la expectativa crecía aun más. Luego de una semana de peleas, discusiones y supuestas agresiones, “Bailando por un sueño” volvía a la pantalla de El Trece el lunes 1 de noviembre sin uno de sus jurados, Ricardo Fort (41), quien inesperadamente días antes había renunciado a su puesto y se embarcó rumbo a Miami con su hijo Felipe (6). Tras dedicarle la emisión a la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner (57), Marcelo Tinelli (50) embistió con todo contra el heredero del imperio “FelFort”. En breves palabras lo trató de poco profesional, irrespetuoso y hasta dijo que después de este desplante duda de su seriedad a la hora de trabajar. “Siempre pensé que era una persona seria, pero, después de sus idas intempestivas, ahora lo dudo. Amo mi trabajo y jamás haría lo que hizo él”, dijo el conductor ante el aplauso de Aníbal Pachano (55) y Reina Reech (52), quien no pudo contener sus lágrimas ya que admitió que Fort muchas veces le faltó el respeto. Así arrancó el programa que tuvo un promedio de 35,5 puntos de rating, superando su media y registrando una de la emisiones más vistas del año.


Luego de un programa en donde se disparó munición pesada contra el millonario, Ricardo Fort eligió a CARAS para comunicarse desde la ciudad de la Florida, para explicar lo sucedido y asegurar que ésta no fue una renuncia más al certamen, sino la definitiva. “Decidí irme porque creo que ya cumplí un ciclo en el programa y la verdad es que me cansé de hacerme malasangre y tolerar las peleas que todo el tiempo buscaban tener conmigo. Me saturé, y además ya no me estaba gustando la imagen que se estaba generando sobre mí. Entonces decidí venir a Miami con mi hijo a descansar y disfrutar. Es más él no quiere que regrese de ninguna manera, ya me pidió que me olvide de ShowMatch”.


—¿Su hijo le pidió que renuncie a “Bailando por un sueño”?
—Yo renuncié por decisión propia, pero Felipe me pidió que no regrese más Él ve que atacan a su padre y, lógicamente, sufre Mi hijo me conoce, sabe cómo soy yo y cuando ve que me atacan o quieren crear un conflicto con mi persona, se pone mal Le duele ver cómo Virginia (Gallardo) se quiere pelear todos los días conmigo para ganar popularidad Con esa mujer compartí dos años, y mis hijos la apreciaban
—Volvamos a ShowMatch, porque Marcelo Tinelli tuvo palabras muy duras para con usted en la apertura del programa
—La verdad no vi nada de lo que sucedió Antes de viajar a Miami hablé con Marcelo y él me explicó que lo que dijo ya estaba grabado y que él no sabía todo lo que me había pasado antes de renunciar O sea, no sabía bien lo que pasó con el novio de Virginia, Guillermo García

‘Soy papá y mamá’

Ricardo Fort con sus mellizos

Por Gaby Balzaretti


Una coupé Mercedes-Benz blanca, descapotable, custodiada muy de cerca por dos autos negros, con vidrios polarizados, anuncia su llegada. Es el indiscutido sello Fort. Así se mueve por toda la ciudad de Mar del Plata. También puede ser al volante de una impresionante Hammer camuflada, aunque él confiesa preferir sus sofisticados Rolls Royce, su BMW, o algunas de sus tres poderosas Harley Davidson. Sin embargo, esa imagen casi cinematográfica que Ricardo Fort (41) se ha encargado personalmente de recrear a su alrededor, pasa inmediatamente a segundo plano cuando se trata de sus dos grandes y únicos amores.



Sus hijos Los mellizos Marta y Felipe Fort (5) -que llevan los nombres de su madre y de su abuelo Los protagonistas absolutos de su vida y también de una historia muy particular


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